La Señora Ley rompió todas las leyes del Marketing Social

Es cierto que faltaban campañas preventivas contra el VIH, también es cierto que en nuestro país el tema del condón nunca se abordó frontalmente, con decir que ni lo nombraban. Sin embargo, la oportunidad de hacer algo original, con un mensaje coherente y bien logrado, se diluyó tan rápido como las ganas de hacer el amor luego de ver la cara de la congresista Sasieta en uno de esos carteles gigantes que contaminan visualmente las calles.

Según las cifras, 9 de cada 10 mujeres con VIH se contagiaron en el hogar, según la congresista (y la campaña) esos contagios son culpa de los INFIELES maridos, no solo eso, además de la agresiva acusación, nos mete a todos en el mismo saco. Peor aún es la imagen de mujer que propone el spot televisivo, desprotegidas o idiotas; “si crees que tu esposo es infiel, exígele que use condón”, ¿Por qué mejor no le exiges que también te golpee? Quizás, le puedas pedir que te presente a su familia alternativa para que vivan todos juntos y en armonía.

Luego de la cara de asesina que Sasieta utiliza en la primera parte, baja el tono hasta la súplica rogando que “tú que eres infiel, que crees que nadie se ha dado cuenta todavía, por tu familia y por ti, usa condón”, un poco más y se pone de rodillas ¿Dónde queda la imagen de mujer fuerte que tanto pregona? Y sus “protegidas” no ayudan mucho al spot, la cara de tragedia griega que utilizan en un inicio las pone en el vergonzoso papel de gente sin voz ni voto, incapaces de defenderse solas. Sino miren a la congresista toda ella vestida de rojo, comandando su dramático pelotón, super heroína con traje, mamá gallina.

Y es que ya hace rato se descubrió que la pena y el miedo en las campañas de marketing social no cambian actitudes, no sirven como elemento disuasivo ni nada por el estilo. También es cierto que el perfil del público objetivo al que va dirigido el anuncio (y la campaña en general) es básicamente C, D y E, mujeres casadas dependientes económica y emocionalmente, las cuales por nada del mundo se divorciarían, pero así como no tienen la fuerza para pedir el divorcio, tampoco la tendrán para pedir que su maridito use condón.

Se trata de cambiar comportamientos, tarea nada fácil, peor aún si te metes con placeres y costumbres enraizadas, con el plus de incentivar la infidelidad por parte del marido y la permisividad en el lado de las esposas. Además de basar la campaña en un personaje polémico, que engancha bien con las mujeres pero no con los hombres. El análisis semiótico deja en claro las contradicciones en las que entra el mensaje, por consiguiente la campaña entera.

El ministerio de salud hace un gran esfuerzo económico y humano para poder sacar la campaña adelante, sin embargo, no creo que sea la forma de abordar el tema. También está la campaña de las “cabezas calientes” dirigida a adolescentes, ¿Tilda a estos chicos de calentones? ¿Los ve poco racionales? Y ni mencionar el diseño gráfico. Veamos resultados luego, los indicadores siempre son la mejor prueba de una buena campaña.


 Congresista -> /seguridad/, /conocimiento/, /dinamismo/, /pauta/, /acusación/, /súplica/, /machismo/, /ayuda/

 Mujeres -> /ignorancia/, /silencio/, /estatismo/, /unión/, /similitud/, /inferioridad/.

 Hombre -> /picardía/, /machismo/, /engaño/, /irresponsabilidad/



Según el cuadrado semiótico pasaría del estado de igualdad al estado de No igualdad, luego al machismo y se termina el recorrido con la desigualdad.

Estos datos semióticos los tomé de un trabajo grupal que hicimos, para un curso en la universidad, fue Dieguito Barreto el que los puso en ese orden, y ayuda a graficar los estados por los que pasan los actores del spot.

Acá una muestra de la campaña para adolescentes.



Acá el spot.